sábado, 23 de abril de 2011

Un perdedor también cumple años…lamentablemente.

Cuando un loser cumple años, inicia su día lleno de esperanzas y sueños por cumplir, esperanzas de que quizás sea el día en que todo cambie, que finalmente todo empiece a salir bien, pediste los tres deseos como si fueran a cumplirse en ese instante y al apagarse las velitas, se apaga toda la luz que había en la habitación y sin querer te movés y te pegás con la pata de la mesa, desestabilizando la torta que, cuando alguien llega a la luz mientras insultás como un desquiciado, todos ven como la misma termina en tus pantalones, salpicando en tu cara la bebida que estaba en tu vaso, golpeado por la torta al caer y te das cuenta de que ese día va a ser simple pero efectivamente, el primer día de otro año de “suerte limitada”, (para ser positivos y no decir desgracia). Y con la bebida se diluye también esa esperanza, que es lo último que se pierde, porque en realidad ya fuiste perdiendo todo lo demás…

ni las velas son iguales...

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